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UNA CALAMIDAD NACIONAL 2º Samuel 21:1-14. por Rev. Hector Pinilla

UNA CALAMIDAD NACIONAL

2º Samuel 21:1-14.

INTRODUCCIÓN:

De tiempo en tiempo catástrofes naturales siembran el dolor y el desconcierto en amplios sectores. En tales ocasiones uno se pregunta ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Por qué sufren personas esforzada y de bien? ¿Por qué sufren las personas más débiles, gente pobre, niños y ancianos?

En la sagradas Escrituras encontramos un relato con signos de gran antigüedad, que puede ayudarnos a responder preguntas tan actuales como las señaladas.

La verdad es que de partida nos parece arrogante la pretensión de que un ser humano pueda saber ¿por qué? Dios actúa como actúa. ¿No está más de acuerdo con nuestras limitaciones contentarnos con descubrir “para qué “ el Señor permite que suceda lo que sucede?

No obstante al Rey David no le pareció arrogante indagar el porqué de una tragedia azotaba a su país por tercer año consecutivo. A la luz de este relato, uno puede deducir que, en algunos casos, las calamidades actuales podrían deberse a situaciones semejantes a la de la historia registrada este pasaje bíblico.

Consideremos pues, cuál fue la calamidad que venía azotando a Israel por tres años consecutivos, la causa de ésta y cuales fueron las acciones de la autoridad para que esta calamidad finalizara. Finalmente, como conclusión, algunas enseñanzas que podríamos extraer de este antiguo relato.

I.- LA CALAMIDAD. “Hubo hambre en los días de David, por tres años consecutivos”.

A.- Tres años de hambre afectaban a la nación. Adultos, y niños, ricos y pobres, justos e injustos estaban pasando hambre a causa de una larga sequía. ¡Ya sufrían fenómenos del cambio climático!

B.- Nosotros sabemos lo que esto significa, ya que en nuestro país también hemos sufrido sequías. ¿Cómo recordaremos este invierno? ¿Por carencia de precipitaciones o por las inundaciones? La corriente del Niño o de la Niña aconseja prepararnos para cualquier cosa.

C. Pero volvamos este relato de la sequía. Antes no existían las grandes represas para regar los cultivos, ni estaban los medios de comunicación para solicitar la ayuda de naciones amigas. Tampoco contaban con las avanzadas técnicas para determinar la causa de los fenómenos climáticos. Hoy los meteorólogos, en tono doctoral, nos dicen: “Se acerca un temporal y habrá tantos centímetros de precipitación” y generalmente les creemos. O nos explican que la sequía es culpa de la corriente del Niño, o de la niña.

II.- LA CAUSA DE LA CALAMIDAD.Es por causa de Saúl y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas(2 Sam 21:1)

1.- El Rey consultó a Dios (no a los meteorólogos porque no existían, ni a los adivinos, que eran la alternativa), respecto a las causas del hambre que azotaba el país. La respuesta fue mucho más ruda que la que hoy dan los especialistas en similares circunstancias: la causa del sufrimiento era la injusticia del anterior gobernante, el genocidio perpetrado por el rey Saúl contra una etnia aborigen del país, con la cual otro gobernante anterior había establecido un pacto de paz. ¿Habrá algo de eso ahora? ¿Los abusos de poder de antiguos gobernantes contra los pueblos originarios, podrían ser la causa del cambio climático, por ejemplo?

2.- La consulta posiblemente la hizo David en el santuario de Gabaón, que hasta el tiempo de Salomón era el santuario principal (1°Re 3:4) , y el Oráculo, que con probabilidad era una persona comprometida con la causa de los gabaonitas, le respondió: Es por causa de Saúl y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas(2 Sam 21:1). Aquellos crímenes de lesa humanidad, como se les llama hoy día[1], estaban todavía impunes. El autor de los crímenes (Saúl) ya estaba muerto y por lo mismo, exonerado ante cualquier tribunal terrenal.

Hasta aquel entonces no se había hecho reparación. Muchas mujeres lloraban a sus muertos o a los detenidos desaparecidos, que sin duda también los habría (con razón dijo el sabio hebreo: “nada hay nuevo debajo del sol”). Los familiares y amigos de las víctimas protestaban y maldecían. Esa es la causa de la sequía, respondió el Oráculo.

3.- Un pacto solemne había sido quebrantado. Varios siglos antes, Josué había hecho un pacto con los gabaonitas (Jos 9:14), en virtud del cual ellos fueron asimilados a la nación israelita, pero el rey Saúl, posiblemente conociendo las circunstancias de aquel pacto (recordemos que los gabaonitas astutamente habían engañado a Josué) o quizá llevado por prejuicio irracional y un ancestral odio, se había propuesto exterminar aquel grupo étnico.

III.- LA SOLUCIÓN AL GRAVE PROBLEMA. Siete hijos de Saúl fueron ahorcados.

1.- La respuesta fue dada posiblemente por un sacerdote, simpatizante con la causa de los agraviados gabaonitas, el que no se inhabilita y emite su lapidaria respuesta: “Es por causa de Saúl y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas

2.- Puesto que el homicida ya estaba muerto, David preguntó a los líderes de la causa gabaonita: “¿Qué satisfacción os daré, para que bendigáis la heredad de Jehová?”. Los familiares de las víctimas dijeron a David: désennos siete varones de los hijos de Saúl para que los ahorquemos delante de Jehová (2°Sam 21:6) .Requirieron que siete descendientes de Saúl fuesen ahorcados en venganza. Una medida como esa, era la única reparación que los aquietaría y estaba de acuerdo a los tormentosos tiempos en que vivían. De otro modo no se acallaría el clamor por la justicia (¿seguirían las protestas públicas, las pancartas, los cacerolazos y las funas?) y el descontento social continuaría siendo una incómoda oposición para el reinado de David.

3.- El rey David debía entregar a los descendientes de Saúl para que fueran ajusticiados; se trataba de los hijos de Rizpa, concubina de Saúl (cuyo nombre significa “Piedra caliente”), y los hijos adoptivos de Mical, hija de Sául, una de las esposas de David, desechada por éste, porque se había burlado del Rey David cuando trasladó el arca y danzó a vista de todo el público (2° Sam 6:14-23).

Podemos suponer que David estaba interesado en la eliminación de estos miembros de la casa de Saúl y aquí se le estaba ofreciendo la oportunidad de “limpiarse el camino” de una manera legitima y con el aval de la religión. Si éstos permanecían vivos, los partidarios de la casa de Saúl siempre los estarían usando para conspirar contra la monarquía de David y serían una continua una amenaza para la estabilidad de su trono. Existían por lo tanto, “razones de estado” como se dice ahora, para proceder de esa manera. La paz social era más importante. La política nunca ha sido muy limpia y no fue por nada que más tarde el Señor le negó a David el privilegio de construir el templo: David se había ensuciado sus manos con sangre humana.

4.- Dicho y hecho, los gabaonitas ejecutaron a los inculpados y todos contentos y satisfechos bendijeron en lugar de continuar maldiciendo. Así terminó con la causa de aquella calamidad.

5.- Unos seis meses permanecen insepultos los cadáveres, para escarmiento público de quienes sientan la tentación de violar el pacto. El propósito esencial de los pactos es otorgar seguridad a los contrayentes. Puesto que en los pactos las promesas eran avaladas por solemnes juramentos de fidelidad y de terribles castigos para los que lo transgredían, el castigo debía ser público y terrible, para causar escarmiento.


CONCLUSIÓN: ¿Se pueden rescatar algunas enseñanza de este arcaico relato?

1. – Existe un vínculo ineludible entre el individuo y la comunidad. En esta historia vemos que, desde el punto de vista de la Biblia, existe un vínculo ineludible entre las generaciones del pasado, las del presente y las del futuro, y que los individuos están ligados a la sociedad a la cual pertenecen produciéndose un intercambio de influencias entre los elementos del tejido social. El hombre nunca debe ser considerado como un ser aislado, que no recibe ni ejerce influencia, positiva o negativa, sobre los que le rodean (Mt 23:35) .

2. La injusticia debe ser castigada. Dios no aprueba la violación de los pactos sociales, establecidos para dar seguridad al pueblo. Tampoco dejará impunes la violaciones de Su Pacto. Violar el pacto que nos une al prójimo, es censurable. Tratar a un ser humano como si no lo fuera merece censuras severas. Si éstas no se aplican oportunamente por la autoridad correspondiente, toda la comunidad sufre. las heridas quedan abiertas y divisiones se perpetúan de generación en generación.

3. Los derechos humanos deben ser respetados. Las violaciones de los derechos humanos, los odios y genocidios perpetrados por los poderosos contra las pequeñas minorías no son algo nuevo en la historia de la humanidad ni deben ser cosa indiferente para un cristiano. Nos corresponde cultivar una conciencia, en nosotros y en nuestros hijos, que nos impida tolerar las injusticias contra los más débiles. El Consejo de Lemuel debe mantenerse vivo: “Abre tu boca por el mudo, en el juicio de todos los desvalidos(Prov. 31:8) . Resistir y denunciar las injusticias sociales es un aspecto de nuestra fidelidad al Señor.

4. - Un pacto, realizado en el pasado por un representante nuestro, nos compromete. Así está organizada la sociedad, desde la más remota antigüedad y violar los tratados o pactos puede generar inestabilidad social de incalculables consecuencias, pues querámoslo o no, existe solidaridad entre los miembros de una sociedad.

5. Los actos de un representante traen efectos sobre sus representados. El sacerdote se acercaba al Señor, representando al pueblo y su acto de expiación o propiciación los favorecía a todos. Si el gobernante se corrompía, abusaba de su poder, procedía injustamente o pecaba, todos los gobernados, toda la nación sufría. En la actualidad los líderes del país deberían tener presente esto y también por cierto, quienes lideran las iglesias. Por tal razón también se puede deducir que los errores de los padres afectan a los hijos. Los pecados (hoy los llamamos “errores”) de los padres o abuelos extienden sus consecuencias como un derrame de petróleo en el mar, acarrean dolor aun a los hijos y a los nietos; dejan verdaderas heridas en el alma, forman hábitos, deforman el carácter, pesan negativamente en la conciencia social, afectan el presente y extienden su nefasta influencia hacia el futuro. La violación los pactos o compromisos destruyen la armonía en una comunidad y no son cosa inocente; es como una mancha que se arroja sobre la posteridad y contamina como una plaga.

6. - Uno debe evitar aquellos actos (pecados) que violan el mandamiento de amar al prójimo (recordemos que en el precepto de amar a Dios y amar al prójimo se resume la ley y los profetas. Además, el amor, constituye “la ley de Cristo”). La sociedad (civil o eclesiástica), a través de sus tribunales competentes, oportunamente deben reprender y separar al ofensor, si no cambia de actitud y se corrige (arrepentimiento). Solamente de esa manera proyectaremos al futuro una comunidad sana, justa, solidaria y atrayente.

7. – No debemos esperar calamidades para actual solidariamente. Uno no debe desentenderse del dolor de un hermano que ha sido injustamente atropellado en sus derechos o que sufre por catástrofes naturales.

8. Conduzcamos de tal modo con nuestros semejantes de modo que nos bendigan y nunca nos maldigan. Los hebreos creían que la palabra tiene poder eficaz, para bendecir o para maldecir. Una maldición era temida y una bendición deseada, sobre todo si provenía de una persona socialmente representativa. Ojalá nos conduzcamos de tal modo, que nuestros semejantes, y sobre todo el Señor nos bendigan.

9. Finalmente, reconozcamos que no es seguro para ningún ser humano establecer con certeza el por qué de las adversidades que suelen sobrevenirnos y que siempre será más seguro poner atención en el para qué de las cosas.

Nuestro limitado conocimiento nos impide reconocer que a veces las adversidades son como el envoltorio de las bendiciones.

Las cenizas dan forma a Chile”- escribe un autor en el Mercurio el Martes 06 de Mayo de 2008.

La roca pulverizada de los volcanes como la que proviene del Chaitén, al principio provoca evacuaciones, pero a largo plazo es una bendición para el suelo.

La geografía de Chile se ha esculpido sobre la base de glaciaciones y erupciones volcánicas como la que afecta en este momento al Chaitén.

Sin ir más lejos, Pudahuel está edificado sobre una "cama de cenizas volcánicas" producto de una mega erupción volcánica que se produjo en el valle central hace más de 100 mil años. "Las cenizas son muy fertilizantes a mediano y largo plazo", dice el geofísico Miguel Muñoz, con estudios en Chile, Italia y Alemania”.

Es mejor reconocer claramente que, como dice Leonardo Boff:

“el mal es un misterio indescifrable. Esta ahí no para ser comprendido sino para ser combatido. Por eso no será una teoría la que le dé sentido sino una práctica. De ella nace la esperanza de que en todo debe haber un sentido secreto que va más allá del escándalo de la razón. Se manifiesta, por ejemplo, en el milagro de…la solidaridad para con las víctimas. La solidaridad no elimina el dolor, pero crea la hermandad de los sufrientes, que impide la soledad y la desesperanza. Los cristianos…dicen: Dios no es indiferente al sufrimiento; Él sufre con el que sufre ( Is. 63:9). Andando en el exilio de la encarnación, gritó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» La pasión de Dios en la pasión del mundo nos lleva a creer que la esperanza tiene más futuro que la brutalidad de los hechos. Él prometió que «no habrá más llanto, ni luto, ni muerte porque todo eso habrá pasado». Mientras tanto, el misterio continúa misterio ¡y cómo duele!






[1] crímenes de lesa humanidad. Leso significa agraviado, lastimado, ofendido: de allí que crimen de lesa humanidad aluda a un crimen que ofende, agravia, injuria a la humanidad en su conjunto.



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